lunes, 7 de julio de 2008

Morir: garantía y motor de los sueños

En mi época de vacaciones he decidido utilizar algo de mi tiempo libre para poner a su consideración ciertos aspectos de la vida humana y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo de mi expresión escrita amén de alcanzar una mejora sustancial en mi escritura.
Seguramente todos los seres humanos escuchan con frecuencia discursos sobre lo valioso de la vida. Frases trilladas como: "la vida es hermosa", "sólo se vive una vez", etcétera, invaden los pensamientos de muchos pero quizá varias adquieran cierta validez si consideramos que la mayor parte de la vida gira entorno al momento en que ésta se termina.
En otras palabras, las personas estructuran el llamado “plan de vida” porque son concientes de que morirán. Pensar en el futuro es soñar en alcanzar la realización personal y profesional. Los sueños más comunes versan entre encontrar el amor y un buen empleo para lograr vivir plenamente- al menos para múltiples casos esa es la manera más cercana a la precisión de nombrar la vida feliz-.
Esa plenitud debe ser alcanzada a cierta edad pues, de no ocurrir así, el individuo disminuye notablemente su determinación o incluso se topa con obstáculos colocados por la sociedad misma. La gente es recibida en los empleos siempre que no rebase los 45 años (aproximadamente).
Curioso, parece como si el ser humano encasillara al avance en la edad como el peor de los males. En ese escenario surgen tintes, cremas y demás alternativas; finalmente, a las personas les aterra verse al espejo ante los estragos que su imagen luce frente al poder de Kronos.
Sin embargo, gracias a la conciencia de una muerte el hombre sueña con mejorar sus condiciones y formarse nuevas metas pues sabe que sólo cuenta con determinado tiempo para alcanzarlas.
Pensándolo un minuto: ¿qué sentido tendría pensar en el futuro o esforzarse por algo si la vida fuera eterna?. Lo efímero parece tener un encanto inigualable o al menos suficiente para impulsar la voluntad del ser humano.
Sin duda un filósofo sabría desempeñarse con mayor profundidad en estos temas y si alguno llegase a toparse con mi texto, le agradecería sus nutridas aportaciones. Por ahora muchas gracias por darse tiempo de leer.