Me gustaría agradecer de antemano a todo aquel que tenga a bien leer mi blog, me declaro novato en la utilización de espacios como este mas no me excuso y buscaré un sello particular en mis textos. Agradezco el tiempo de mis futuros lectores (no importando su número).
Entrando en materia, en el texto, Monsiváis manifiesta franca preocupación por el poco interés que la población tiene hacia la lectura. Partiendo de esa idea, el autor señala una serie de condicionantes culturales, políticos e ideológicos , los cuales juegan un papel preponderante en el consumo de un libro.
Las declaraciones o los lapsus pueden arrancarnos con frecuencia una sonrisa pero, finalmente, nuestra clase política, aunque incipiente, resulta vocera de una verdad dolorosa: la falta de gusto por la lectura. Imaginemos a los gobernantes como la cúspide de una pirámide; si la parte más alta luce en condiciones deplorables por la utilización de un material inadecuado o deficiente, no se puede esperar la existencia de bases sólidas en la construcción.
Con lo anterior, no pretendo satanizar a los políticos como los máximos responsables de un desdén generalizado hacia la lectura pero sí como una muestra evidente del mismo pues ¿cómo puede alguien encontrar formas eficaces para promover algo cuando lo desconoce?.
Una cuestión importante en la reflexión hecha por este escritor es la cultural, los niños crecen acompañados por un televisor, encasillando al libro como fuente de ducación únicamente. Se fomenta una predisposición a la lectura; de hecho, el termino difícil se acuña a todo libro. El pequeño mexicano se desarrolla creyendo que la lectura siempre requiere de un proceso cognitivo complejo en exceso. La recreación o esparcimiento se consigue con los videojuegos y la televisión.
En ese orden de ideas, me permito hacer una analogía con los museos pues ocurre un fenómeno similar, tanto niños como jóvenes son enviados a estos recintos para cumplir una asignación escolar. Es comprensible que, siendo honestos, a ningún niño le puede gustar una actividad donde lejos de detenerse a observar, debe sujertarse a la mecánica acción de anotar (con incomodidades notables) toda la información posible para vaciariarla en el cuaderno.
Así la carencia de lectores es un problema de estructura y su formación requiere trabajo conjunto cuyo proceso termina en la formación de gente conciente. Para mayor información sobre el texto referido, consultar: Monsiváis, Carlos, Elogio (innecesario)de los libros en Letras Libres, agosto, 2007.
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1 comentario:
He de confesar que no soy de igual forma muy afecta a la tecnología, me invade, así que debo decir que a pesar de su falta de familiarización con este tipo de espacios el suyo va muy bien, sin embargo, sería interesante conocer un poco de tu valioso trabajo periodistico ya que los blogs muchas veces son la entrada a la jungla periodistica.
De todo lo demás felicidades, textos serios, sencillos pero profundos!!!!
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