Este capítulo refiere al conjunto de elementos que se utilizaran para convencer al consumidor respecto de lo valioso de la publicación. Una cuestión importante al llegar a esta etapa es la carencia de una fórmula exacta e inequívoca para la promoción de cada libro.
En este sentido, quizá se puede establecer una analogía con la venta de un disco pues no es lo mismo intentar vender el disco de un intérprete nuevo, al de un artista cuyo nombre sea sinónimo de venta. Del mismo modo, basta con que un libro lleve la leyenda Gabriel García Márquez para que los consumidores pregunten y desee adquirirlo.
Para Datus Smith, la promoción implica seis elementos fundamentales; en primera instancia se ubica el forro porque éste puede constituirse como el gancho visual para el lector. La utilización de comentarios para avalar la calidad del manuscrito es empleada con mayor frecuencia en los libros controversiales- cuando Abascal criticó la lectura de Aura, las nuevas ediciones incluían comentarios que incitan a descubrir su contenido-.
El segundo elemento es la distribución gratuita de ejemplares a las revistas o periódicos con el fin de ser reseñados y, posteriormente, dados a conocer a los lectores. Esos acuerdos permiten que los consumidores tengan un primer acercamiento al tema o la historia del manuscrito, el cual supone el despertar su interés por la obra.
Para el autor es necesario elaborar una lista con los posibles destinos de estos ejemplares gratuitos porque, si bien no se espera ver las reseñas en cada medio, si conviene eliminar de la lista a quienes jamás hayan publicado algo sobre los mismos.
Otro rol fundamental es el de las presentaciones de libros pues a mayor jerarquía, mayor aceptación; es decir, entre más reconocidos, en la llamada opinión pública, sean los invitados, mayor será su influencia sobre los clientes en potencia.
Para abordar un segundo elemento, me permito apelar a mi experiencia en tienda departamental porque, estando ahí, logras percatarte de cómo llegan los representantes de ventas a buscar al jefe de departamento para convencerlo de adquirir gran número de piezas, anunciando descuentos especiales de lanzamiento o preventas. Tras alcanzar los acuerdos, inmediatamente se mandan a hacer carteles para anunciar: preventa exclusiva en la tienda, llévalo antes que nadie.
Con este sencillo ejemplo, se retoman dos aspectos más: la utilización de los carteles, la visita de los representantes de venta pues lo mismo ocurre en el departamento de libros, sólo que con títulos como Harry Potter y manuscritos de superación personal.
Tal como sucede con cualquier otra mercancía, los proveedores realizan visitas esporádicas al establecimiento para constatar la exhibición de sus productos- en ocasiones se pueden observar reñidas disputas por la parte de enfrente de los muebles e incluso, para evitar problemas, muchos traen muebles de cartón destinados exclusivamente a la colocación de su libro-.
Otro mecanismo es la presentación del autor; si compras el libro en tal o cual establecimiento te haces merecedor de llevarte tu ejemplar firmado por el autor. Frecuentemente se recurre también a la compra de espacios para anunciarse en periódicos o revistas.
Los espacios para montar exposiciones de varios títulos, en forma simultánea, resultan, para el autor, otra alternativa más dentro de los canales de promoción. En ferias como la del Palacio de Minería o Guadalajara, se hallan ejemplos muy elocuentes de la posibilidad de la venta de diversos títulos de una misma editorial.
Cabe destacar que, al menos en México no he tenido la oportunidad de observar promoción constante de libros por correo, televisión o radio; sin embargo, me parece pertinente la posibilidad reciente de adquirir libros por Internet. Las librerías con sitio web otorgan la posibilidad de almacenar tus datos y recibir oportunamente los anuncios respecto a obras nuevas, así como efectuar compras en línea con sólo proporcionar el número de una tarjeta de crédito.
La creatividad en la promoción radica en saber cual es la mejor opción para dar a conocer un libro. Esto incluye tanto la dimensión de efectividad y la de ahorro en los costos.
Espero halla resultado interesante para mis lectores sumergirse en el nada sencillo mundo de la edición de libros. Mis futuros textos variarán pero siempre mantendré el compromiso por no convertir a este blog en un espacio de simple lucimiento personal.
Referencia: Smith, Datus C, Guía para la publicación de los libros, Asosiación de Editoriales de Instituciones de Educación Superior de México, México,1991.
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